El autor como productor.
Walter Benjamin
En ella expone cómo los artistas y escritores, deberán producir sus obras conforme al escenario de la política y la izquierda naciente. El texto está dirigido principalmente a los emigrantes alemanes, expulsados por la persecución nacional socialista y que fundaron en París el Instituto para el estudio del fascismo. Con ello se entenderá la tendencia contraria al fascismo que presenta al autor. Su pretensión principal es ganar a los intelectuales para la causa obrera, haciéndoles tomar conciencia de la identidad que hay entre su quehacer espiritual y su condición de productores.
El autor hace un análisis de la tendencia y la calidad para elaborar una crítica política de calidad. Propone como ejemplo a la poesía, la cual ha sido constantemente tema de controversia de si tiene o no derecho de existencia o si es o no una obra literaria; para dar el valor que merece, dice Banjamin que debe tener la tendencia correcta y que el desempeño sea de calidad, por lo cual establece que la relación entre tendencia y calidad son de suma importancia para el valor de una obra. "Una obra que presente la tendencia correcta no necesita poseer ninguna otra cualidad."[2] Por otro lado, la tendencia política correcta incluye una tendencia literaria y la calidad literaria de una obra incluye su tendencia literaria, ésta, por su parte, permite someter los productos literarios a un análisis social y materialista para determinar la posición de cierta obra en una época concreta, así pues, la tendencia literaria puede consistir en un progreso o un retroceso según sea la técnica empleada en su producción.
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